Un hombre de 40 años fue detenido hace unos días por la Policía Nacional en Málaga tras encontrar el cadáver de su mujer, que llevaba desaparecida desde marzo, en una nave industrial.

El detenido ha confesado que la enterró en hormigón, elaborando después una cuartada con la que pretendía salir de toda sospecha. Su intención era hacer creer a todos que ella se había ido a Brasil con otro hombre, abandonándole a él y a las hijas que tienen en común.

Su marido decía que se había fugado con otro, pero ahora ha confesado que la mató. Dice que discutieron, que ella le dijo que se iba de casa y que, para evitarlo, la estranguló. Lo cuenta el periodista Juan Cano en el 'Diario Sur'.

Luego, confiesa que la metió en una caja para llevarla hasta una nave industrial de su propiedad. Asegura que abrió un agujero en el suelo, dejó dentro el cadáver y lo cubrió de cemento. Junto al cuerpo, dejó la documentación de sus hijas.

Lo hace, dice, para elaborar una versión de lo ocurrido. Tras esto, le cuenta a todo el mundo que su mujer se ha fugado con un amante, que se ha llevado la documentación de sus niñas y que teme que vuelva para quitárselas.

Siguiendo con la coartada, envía un WhatsApp al móvil de su mujer, ya muerta, fingiendo que la busca. Según publica 'Diario Sur', en el mensaje le pregunta dónde está, le reprocha que se ha ido de casa dejando a las niñas solas con él, recalcándole que no merecen eso y cierra con un "nos has abandonado".

La Policía no cree la versión del marido. le presionan en un interrogatorio de cinco horas hasta que finalmente termina confesando. Hizo falta que los bomberos ayudaran a recuperar el cadáver porque había colocado encima maquinaria pesada.

Al parecer, el asesino confeso maltrataba a Débora. En 2012 ella puso una denuncia, pero luego la retiró. El año pasado fue a Urgencias y el hospital reportó lesiones compatibles con violencia machista que ella negó.