El 19 de marzo de 2009 un jurado popular de Austria declaró culpable a Josef Fritzl, también conocido como el "Carcelero de Amstetten" por múltiples delitos, incluido el de homicidio, violación, incesto y esclavitud, tras haber tenido encerrada a su hija Elisabeth durante 24 años en un sótano.

Elisabeth Fritzl, sufría abusos de su padre desde los 11 años por lo que había intentado huir muchas veces. En 1984 su padre le pidió ayuda para instalar una puerta en el sótano y la encerró en la que sería su cárcel durante 24 años. Allí nacieron sus siete hijos, fruto de las continuas violaciones de su padre.

Tres de sus hijos permanecieron con ella en el sótano de los horrores, y tres más vivían junto a Josef y su esposa en la casa. El séptimo murió con tres días de edad. Hoy Josef Fritzl tiene 88 años y sigue cumpliendo condena en prisión. El pasado mes de enero un tribunal de Austria decidió su envío a una prisión para delincuentes comunes para seguir cumpliendo su pena, que hasta ahora estaba pasando en un centro para sentenciados con problemas mentales.