La tradicional fiesta de la Magosta llega con el otoño a Cantabria para señalar la llegada del frío y despedir cualquier atisbo de calor

Se trata de una romería popular en torno a las castañas. Un fruto del bosque, que, según recuerda Vicenta, vecina de San Mateo de Buelna, antaño "salvó vidas y quitó mucha hambre".

"Con las castañas cocidas hacían sopas, porque no tenían ni torta ni pan", rememora, "iban al monte a buscarlas, no había que pagarlas y la gente a sacos las bajaba".

Durante este festejo, los vecinos cántabros asan las castañas al son de las gaitas, pitos y tambores, para homenajear este fruto y a las carboneras, las vecinas que cargaban con los sacos de carbón. Mientras, los más jóvenes y atrevidos saltan por encima del fuego.