El arma que usó el adolescente que asesinó a toda su familia en Elche es una escopeta Beretta de calibre 12 semiautomática, habitualmente utilizada en la caza menor, a la que su padre era aficionado.

Ese arma tiene capacidad para cinco cartuchos, aunque el progenitor tenía un taco que limitaba a tres los disparos que se pueden hacer seguidos por normativa de caza. Según ha podido saber laSexta, el adolescente declaró ante los investigadores que fue cargando cartucho a cartucho la escopeta porque no sabía cargar de tres en tres.

La escopeta se encontraba en la plana superior de la casa y la llave estaba al alcance del adolescente. Según el relato del menor, la matanza comenzó después de que su madre le abroncara por su actitud: "Me dijo que era un vago, que ya estaba bien y que me iba a quitar la consola. Subí a mi habitación, me puse a pensar y cogí la escopeta".

En total realizó seis disparos: el cuerpo de la madre presentaba dos impactos, el del hermano, uno y el del padre, otros tres. Una secuencia que encaja con el tipo de arma.

"Disparé dos veces a mi madre cuando estaba en la cocina. Un tiro por la espalda y luego la rematé. Mi hermano intentó escapar, pero salí detrás de él y lo cacé antes. Esperé a mi padre cuatro o cinco horas y le disparé al llegar", explicó a los agentes.

Tras cometer el triple crimen, el menor relató a los investigadores que decidió esconder los cuerpos. "Me quedé sin saber qué hacer y decidí llevar los cuerpos al cobertizo".

El parricida permaneció en la casa tres días junto a los cadáveres haciendo vida normal y hablando con sus amigos. No fue hasta el viernes por la tarde cuando el adolescente confesó los hechos después de que una vecina y una hermana de su madre acudieran a la vivienda por falta de noticias de la familia. Fueron ellas quienes dieron aviso a las autoridades.