¿Puede afectar la ola de calor a la vacunación contra el COVID-19? Es una pregunta que estos días surge a raíz de las altísimas temperaturas. Y la respuesta de los expertos es que "no", aunque hay que tomar ciertas precauciones.
Según el presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), Juan Antonio Sanz. "es aconsejable no andar por la calle con el sol de plano justo después de vacunarse ya que puedes sufrir un mareo por deshidratación o por bajón de tensión tras la vacuna".
Para el enfermero en Urgencias y Emergencias del Consejo General de Enfermería (CGE), Alejandro Blanco,del CGE, con el calor aumenta la reacción metabólica por lo que los síntomas de la vacuna, de tenerlos, "aparecerán más rápido".
Por ello, si hay reacción "el brazo se hinchará más rápido y el dolor de cabeza o la fiebre aparecerán en menos horas" por lo que recomienda guardar reposo, hidratarse, no exponerse a las temperaturas centrales del día y evitar el ejercicio intenso.
Mientras, el portavoz de la Sociedades de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC), Julián Olalla, afirma que lo que hacen las temperaturas extremas es que las vacunas se toleren peor: "Si tienes unas décimas en un clima templado lo soportas mejor que si estás a 44 grados", explica.
Los expertos piden también no relajarse por la ola de calor porque "el coronavirus nos lo hace pagar con creces cada vez que no cumplimos el protocolo". Y señalan directamente a las mascarillas.
Existe cierto temor a que estos días los ciudadanos se tomen más a la ligera llevar la mascarilla en sitios cerrados, donde se concentra el calor y están peor ventilados.
Por ello, los expertos llaman a extremar las medidas de protección sobre todo la mascarilla, la que más agobia por el calor y la medida más susceptible de incumplir.