Cada 25 de julio, la localidad toledana de Carpio de Tajo celebra su tradicional 'Carrera de gansos'. Una festividad en la que los participantes, montados a caballo, deben conseguir arrancar la cabeza a gansos colgados boca abajo en el centro del pueblo.

Animados por una multitud de personas, cuando los participantes logran desmembrar al animal, se reúnen con sus familiares para celebrarlo, portando la cabeza del animal en la mano como premio.

En 2016, más de 80.000 personas pidieron sin éxito a través de la plataforma Change.org la supresión de este espectáculo, que según sus defensores se "remonta al siglo XVI".

En este acontecimiento, que se originó como entrenamiento militar, se utilizaban gansos vivos hasta hace apenas 30 años. En la actualidad, los animales son previamente sacrificados.

Pese a ello, los colectivos animalistas siguen denunciando maltrato animal y sobre todo, que la festividad puede herir la sensibilidad de los niños que acuden a verlo.