Comienza el juicio contra Rodrigo Lanza, el hombre acusado de matar a Víctor Láinez el 8 de diciembre de 2017 en un bar de Zaragoza en el que se conoce como el 'Crimen de los tirantes'. El acusado será juzgado por un delito de asesinato de odio con alevosía y ensañamiento. Láinez falleció el 12 de diciembre de 2017 en el hospital, cuatro días después de que Lanza le agrediese tras una supuesta discusión por los tirantes con la bandera de España que llevaba la víctima.

La Fiscalía y las acusaciones particulares piden para Lanza 25 años de prisión, al tratarse de un delito de asesinato agravado por motivos de odio, ya que consideran que este mató a Láinez por motivos ideológicos. La víctima era simpatizante de la Falange Española de las Jons, mientras que Lanza se consideraba antisistema.

El 'Crimen de los tirantes'

Según el auto de la jueza, Láinez se encontraba a las 3 de la madrugada del 8 de diciembre en el bar Tocadiscos, en Zaragoza, en actitud tranquila, y vestía unos tirantes con la bandera de España. Fue entonces cuando Lanza, acompañado por tres personas, entró al local y comenzó a hablar con la víctima. En cierto momento, el presunto homicida llamó "facha y fascista" a Láinez y este, según el relato del acusado, le respondió llamándole "sudaca".

Unos veinte minutos más tarde, Lanza y sus amigos salieron del local antes de que lo hiciera la víctima. Entonces, volvieron a enfrentarse verbalmente, según recoge el auto judicial, "sin que existan pruebas de que Láinez llevara ningún tipo de navaja o cuchillo".

Este volvió a entrar al bar y el acusado, lo siguió de manera repentina "para atacar por detrás" y le propinó un primer golpe en la cabeza que le hizo caer al suelo. Ahí, le empezó a dar "puñetazos en la cabeza y una patada muy fuerte en la cara".

De acuerdo a la jueza, no consta que Láinez, que falleció cuatro días después por un severo traumatismo craneoencefálico con parada cardiorrespiratoria, llevara navaja u objeto semejante ni que mostrase actitud agresiva o violenta. Según el auto, no presentaba lesiones que indicaran la existencia de defensa o lucha pero sí varias en el tórax y en el abdomen "compatibles con contusiones con un objeto duro y romo, más o menos circular".

La versión de Lanza

Según la defensa de Lanza, ejercida por Endika Zulueta, este consumió alcohol en varios locales antes de encontrarse con Láinez. Supuestamente, fue la víctima quien, una vez en el bar Tocadiscos, hizo un gesto a Lanza, originario de Chile, para que se acercase. Entonces le comentó "que debía irse del país por ser extranjero".

Cuando salieron del local, uno de los amigos del presunto asesino le avisó de que Láinez llevaba "una navaja". "Rodrigo, temiendo por su vida y con la única intención de defenderse y evitar una agresión, intentó echar hacia atrás al agresor empujándole con patadas, y viendo que éste no cejaba en su empeño, le golpeó en la cara (estando frente a él) cayendo a plomo el agresor, golpeándose la cabeza contra el suelo", explica el texto de la defensa.

De este modo, el abogado de Lanza argumenta que los hechos fueron "motivado por el profundo temor a perder la vida, sin que tuviera influencia alguna la supuesta ideología política del Sr. Victorino L. M".

De hecho, considera que en ningún momento se constituye un delito. En caso de que Lanza sea condenado, pide que se le apliquen los eximentes de legítima defensa, trastorno mental transitorio, actuar impulsado por un miedo insuperable y estar bajo los efectos del alcohol.