Las obras de demolición de la capilla construida por la vidente Luz Amparo Cuevas en El Escorial han comenzado este jueves por orden del Ayuntamiento de la localidad.

El Consistorio ha ejecutado así la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de octubre de 2017, que ratificó la ilegalidad de la infraestructura levantada por la conocida como la vidente de El Escorial.

Además de la capilla, en la finca Prado Nuevo de El Escorial se encuentra la tumba de la vidente, y hasta el momento no se ha confirmado qué se hará con ella.

Juan Carlos Bueno, presidente de la Asociación de Víctimas de las Supuestas Apariciones de El Escorial, lleva años denunciando que esta comunidad de fieles es en realidad una secta que se aprovecha de sus familiares. "Estoy muy contento porque no creíamos que llegara este momento".

Además, ha informado que a él le han transmitido que "van a retirar el sarcófago durante la demolición de la capilla para que no sufra ningún daño", aunque, sin embargo, no sabe "qué van a hacer con él".

En esta línea, el presidente de esta asociación cree que "es una ilegalidad que continúe ahí la tumba porque es un terreno rústico, no un cementerio".

Juan Carlos Bueno ha explicado que se ha organizado "un dispositivo impresionante". "Parece una operación de Estado, hay cinco coches patrulla, han entrado excavadoras y camiones para retirar los escombros", ha detallado, y ha añadido que "la Guardia Civil no deja entrar a nadie, ni siquiera han dejado entrar a la hija de la vidente".

El presidente de esta asociación lleva 15 años sin ver a su hermano porque está internado en una de las residencias que creó Amparo Cuevas, y lleva años pidiendo que se derribe esta infraestructura y que se retiren los fondos estatales con los que se sustentan estas residencias.

De hecho, en el momento en el que ha llegado la hija de Amparo Cuevas, tratando de ocultar su rostro, éste le ha gritado: "¡Se esconden y nuestros familiares en la comuna enganchados!". Amparo Cuevas pasó de ser una empleada de hogar a generar un patrimonio de casi 15 millones de euros tras las supuestas apariciones.