Los calendarios de adviento se apoderan de los establecimientos cada mes de diciembre. Vayan a la tienda que vayan, no importa lo que vendan, es fácil encontrar uno de ellos. Hay uno para cada estilo: desde joyas hasta maquillaje, pasando por quesos, cremas, vinos, cervezas o chocolate.
Por estas fechas, Instagram, Tiktok o Facebook se convierten en el escaparate perfecto para mostrar los 'brutales' obsequios. Y es que quedan ya lejos los calendarios de 'chocolatitos' de poco más de unos euros. Ahora, es habitual ver algunos que pueden llegar a ser impagables.
Por eso, cada vez es más habitual ver a quienes cogen cartulina, tijeras, pegamento y se lanzan a la aventura para hacerlo ellos mismos. Hay calendarios hechos con ramas, con cartones, con botellas vacías... e incluso los que logran hacer una estación de esquí usando como materia prima las cajitas del té.
Pero no son los únicos protagonistas de diciembre. Los elfos de Santa Claus han empezado a trabajar en España. De día, se fijan en cómo nos portamos para enviar el informe al Polo Norte. De noche, hacen trastadas: tan pronto te echan pasta de dientes en las galletas como se comen todas las del tarro. Así, durante las 24 noches hasta Navidad.