Un asalto digno de Hollywood en plena autovía. Así, haciéndose pasar por guardias civiles y portando un arma y un hacha, habrían perpetrado tres atracadores el robo de una serie de joyas que iban a ser utilizadas en la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, unos hechos por los que la Guardia Civil mantiene abierta una investigación.

Las víctimas del robo son dos hermanos joyeros de Valladolid, que fueron asaltados el jueves por la noche, a las 21:35 horas, a la altura del kilómetro 24 de la A-6, a su paso por la localidad madrileña de Las Rozas. Los atracadores, que llevaban un hacha y un arma, se hicieron pasar por agentes de paisano y obligaron a los joyeros a desviarse a la vía de servicio para sustraerles joyas que podrían estar valoradas en más de dos millones de euros, rajando las ruedas del coche en el que viajaban.

Posteriormente, el viernes, se halló un vehículo de las mismas características que el que utilizaron los atracadores en el descampado de la M-50, a la salida de Majadahonda, y la Guardia Civil investiga si se trata del mismo.

Los joyeros atracados son hijos de los dueños de la joyería Del Páramo Vintage de Valladolid, que ha aclarado que las piezas robadas no forman parte de las joyas que lucirá la marquesa de Griñón en su enlace. "En relación a las joyas sustraídas, nos vemos en la obligación de desmentir que fueran para Tamara Falcó", ha indicado el citado establecimiento en Instagram. "Eso no es nuestro, eso será de otra pareja que desafortunadamente por ellos ha pasado eso, nosotros no somos", ha asegurado por su parte el propio Onieva.

Según el diario 'ABC', en realidad las joyas del muestrario estaban destinadas a ser ofrecidas en préstamo a algunas invitadas por parte del novio para el enlace.

En cualquier caso, los asaltantes abordaron a los dos hermanos joyeros cuando regresaban de Madrid a Valladolid, ya que poseen otra de las delegaciones de la joyería en la calle Zurbarán de la capital, en la calle de Zurbarán. Del Páramo Vintage es una empresa especializada en el mundo vintage y cuenta con dos áreas de negocio, joyas y relojes y bolsos de lujo.

Las víctimas han presentado una denuncia ante la Guardia Civil de Móstoles y la Policía Judicial del Instituto Armado ha abierto una investigación. El Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Majadahonda se ha hecho cargo de las pesquisas judiciales.