El Ártico se asfixia debido a unos incendios sin precedentes: más de 100, y muchos aún siguen sin control. El más grande de todos, el de Ontario, en Canadá, cubre una extensión de 100.000 hectáreas.

El principal culpable de estos devastadores fuegos es el calentamiento global. Según Adrián Cordero, meteorólogo de 'laSexta': "Estamos hablando de la zonas de Siberia y Alaska donde están registrando temperaturas altísimas. En el caso de Siberia son temperaturas diez grados por encima de lo habitual".

Además, es preocupante la enorme cantidad de gases tóxicos que se están emitiendo. Clare Nullis, miembro de la Organización Meteorológica Mundial, asegura que se emitieron 50 megatones de dióxido de carbono a la atmósfera y que "esto equivale a las emisiones totales anuales de CO2 de Suecia".

Alarman también los voraces incendios por el riesgo de que se derrita el hielo profundo. "Esto produce más emisiones de CO2 a la atmósfera e impulsa el calentamiento global", comenta Cordero.

El Ártico arde y no queda tan lejos como parece porque, nos avisan, la contaminación puede llegar a cientos de kilómetros de distancia.