Hace más de veinte años que los hogares españoles comenzaron a separar los residuos domésticos. Después de un largo camino de educación y concienciación medioambiental, el esfuerzo tiene resultados.

En 2018 se reciclaron casi 1,5 toneladas de envases de los contenedores amarillos y azules. Esto evitó la emisión de más de un millón y medio de toneladas de CO2 a la atmósfera, según datos de Ecoembes, la organización que gestiona los residuos urbanos en España.

Pero la basura no la generamos solo en los hogares: por nuestro estilo de vida cada vez lo hacemos más fuera de casa. Pasamos la mayor parte de nuestro día en el trabajo, en lugares de ocio o en bares y restaurantes. Y es ahí donde se pretende poner el foco.

Así nace 'Ecohosteleros', un proyecto de Ecoembes que acerca el reciclaje a hoteles, bares, restaurantes y servicios de catering. Porque la cantidad de residuos que se generan a diario en estos lugares es muy elevada, explica Roberto Salvador, coordinador del proyecto.

En España hay más de 15.000 'ecohosteleros', lo sabemos por la pegatina que recibe a la clientela cuando entras a uno de ellos: "Aquí no se fía, pero sí se recicla". El proyecto dota de formación y materiales a los establecimientos participantes: papeleras o cubos de colores, un sello acreditativo y una 'guía de barra' en la que se especifica cómo separar los envases de forma correcta.

'Guía de barra' que tienen todos los 'Ecohosteleros'

"Aquí no se fía, pero sí se recicla"

En el restaurante Starway Rock de Alcalá de Henares (Madrid) se recicla desde el primer día. Su historia con el reciclaje comienza igual que en nuestro país: "primero fue el vidrio y luego los envases" de plástico, de metal, briks, papel y cartón, cuenta Eduardo Sánchez, copropietario del local.

"Reciclo por los valores que me enseñó mi padre, iba con él al campo y me enseñaba que teníamos que cuidarlo", explica Sánchez, que lleva dos años participando en el proyecto. Aunque en su restaurante comenzaron a reciclar hace ocho años, el mismo día que abrieron.

"Todo lo que compramos viene envuelto en plástico. Soy consciente de que generamos mucha basura", dice y, ante esta inevitable situación, Sánchez decidió comprar servilletas de papel reciclado y pajitas biodegradables: "A pesar de ser diez veces más caras que las otras. Todo suma", asegura.

Pequeños gestos que en Starway Rock se hacen siempre pensando en el futuro: "Las pajitas son importantes porque las usan los niños y ellos serán los adultos del futuro". Es importante educar a las nuevas generaciones, pero también continuar concienciando a toda la ciudadanía.

El cubo amarillo y un cartel para reciclar en la cocina del restaurante barcelonés La Familia

Jesús de Vigo es jefe de cocina del restaurante barcelonés La Familia y su compromiso con el reciclaje es diario: "Pongo carteles en las paredes para que todos recuerden cómo hay que reciclar", dice.

Para este cocinero gallego lo más difícil es mentalizar a la gente: "Hay que insistir continuamente, sobre todo en momentos de estrés", explica, y cuenta que le ponen todo tipo de excusas: "¿Para qué lo voy a separar si luego va al mismo lugar?", es uno de esos bulos que escucha casi a diario.

La lucha de Jesús contra los mitos del reciclaje es constante, forma parte de su filosofía de vida: "Tenemos que separar la basura por la sostenibilidad del planeta, hay una necesidad urgente", expresa.

Él lleva 35 años trabajando en hostelería y recuerda cómo antes no se separaba nada: "Se tiraba todo en el mismo contenedor hasta que empezaron las campañas para concienciar". Por eso considera que no hay que dejar de insistir: "El trabajo más complejo es mentalizar a la gente, todo lo demás es acostumbrarse".

Desde que en La Familia se unieron a 'Ecohosteleros' van notando la mejora: "Hemos pasado de generar dos bolsas de basura de manera indiscriminada a separar todo y generar solo media bolsa de restos", cuenta orgulloso el cocinero.

Del restaurante, a casa

Eduardo Bedmar regenta el restaurante Al-Ándalus (Alcalá de Henares, Madrid) y lleva tres años como 'ecohostelero', aunque su experiencia con el reciclaje viene de largo. En los treinta años de historia del local, Bedmar ha visto evolucionar el reciclaje en nuestro país: "Ahora la gente está más concienciada". Él también.

El propietario de Al-Ándalus confiesa que "al principio" le costó acostumbrarse, pero luego "se convirtió en un hábito". A pesar de que en casa disponía de más espacio, Bedmar empezó a reciclar en su local y después en su hogar porque "cuando crees que una cosa es necesaria, la haces", sentencia.

Tan necesario es separar nuestros residuos que solo con lo que se recicló el año pasado se ahorraron 20,3 millones de metros cúbicos de agua. Por eso, también los vecinos del barrio del restaurante están concienciados: "Pusimos una papelera amarilla a la vista de los clientes y, cuando el cubo de la calle estaba lleno, entraban a tirar una botella de plástico o lo que necesitasen", cuenta sorprendido Bedmar.

Eduardo Bedmar, Jesús de Vigo y Eduardo Sánchez son algunos de los miles de 'Ecohosteleros' que hay en Andalucía, Cantabria, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Asturias y Cataluña.

Un pequeño gesto, el de separar los residuos, que cada vez es más habitual en los hogares españoles y ahora también en hoteles, bares y restaurantes.