Si eres de esas personas que observan con detenimiento los envases en el cuarto de baño y en la cocina, si analizas los ingredientes o el lugar de origen de los productos te ofrecemos un nuevo pasatiempo: encontrar los detalles que revelan si un envase se ha fabricado aplicando medidas de ecodiseño.

Lo más seguro es que ya te hayas dado cuenta, aunque haya sido de forma inconsciente; ahora ya puedes apurar el yogur hasta el final. La razón es que los bordes de su envase ya no son cuadrados, sino redondeados, por lo que ya puedes rebañar solo con la cuchara (sin tirar de lametazos) y sin que se desperdicie ni un gramo de producto.

El origen de ese aprovechamiento máximo de los alimentos está en el ecodiseño, una herramienta fundamental para avanzar hacia la economía circular, que permite a las empresas reducir el impacto ambiental de sus envases.

Como el ejemplo citado, muchos más: envases más fáciles de reciclar, más ligeros y reutilizables... En total, y en los dos últimos años, 2.093 empresas que forman parte de Ecoembes han aplicado 7.694 medidas de ecodiseño para reducir el impacto ambiental de los envases que comercializan.

A partir de aquí, comienza el juego. Fíjate en cada envase, y no solo en los de alimentos: también los de detergentes, champús, pastas de dientes, bebidas... Los envases de multitud de los productos de nuestra vida diaria han cambiado para ser más sostenibles.

De las más de 2.000 medidas aplicadas por las empresas, el 30% están orientadas a la mejora de la reciclabilidad de los envases y a la reincorporación de material reciclado en su fabricación. A estas las siguen las relacionadas con la reducción del peso (26%), el rediseño de los envases para un mejor aprovechamiento de los recursos y el espacio (18%) y optar por materiales que generen un menor impacto ambiental (12%).

Otras medidas esenciales para avanzar hacia la economía circular son la eliminación de elementos del envase o la compra a granel (11%) y la fabricación de envases reutilizables (3%). medidas de ecodiseño son la mejora de la reciclabilidad y la incorporación de material reciclado, la reducción de material de los envases –y del peso, por tanto-, la mejor del aprovechamiento del producto o el uso de material renovables o reutilizables. Lo vemos en el siguiente gráfico.

¿En qué se traducen estas medidas? Aquí van unos ejemplos de ecodiseño así como de la función que cumplen en cada caso:

  • Botellas de plástico estriadas: facilitan el plegado para ocupar menos espacio en los contenedores amarillos, lo que contribuye a facilitar el proceso de reciclado.
  • Etiquetas de cartón que se despegan de forma mucho más fácil que las tradicionales: permiten que separemos correctamente el envase de plástico (al cubo amarillo) y la etiqueta (al azul).
  • Algunos botes de champú son más transparentes o translúcidos que antes, lo que facilita el proceso de reciclado.
  • Incorporación de tapas más ligeras, como el film de aluminio que sustituyen a las tradicionales tapas de hojalata de algunas latas de conserva, para reducir el peso del envase.
  • Los mencionados vasos redondeados, un simple cambio de forma que permite que la cuchara llegue mejor y que no dejemos restos de producto. También los formatos bocabajo, más típicos en salsas y mayonesas, que permiten aprovechar al máximo el producto. Todo con el fin de reducir el desperdicio.

AMC Juices

Consejos para elegir un envase sostenible

En definitiva, y más allá de la afición por analizar envases y etiquetas, si quieres hacer un consumo responsable te será útil conocer estos signos de ecodiseño para elegir el envase más sostenible:

  • Fijarse en si están elaborados con material reciclado,
  • Prioriza los envases reutilizables;
  • Los envases con un solo material son más fáciles de reciclar que los que tienen más;
  • Elegir envases fáciles de plegar para que ocupen menos espacios en los contenedores

Además, como curiosidad, los envases transparentes son más fáciles de reciclar que los opacos, pues los tonos oscuros dificultan la identificación del material en las plantas reciclaje.

20 años haciendo los envases más sostenibles

Gracias a este tipo de medidas, señala Ecoembes, en 2021 y 2022 se ha evitado la emisión de más de 992.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Pero el esfuerzo de las empresas por aplicar este enfoque ambiental a sus envases comenzó en 1999: desde entonces, se ha conseguido reducir el peso de los envases un 18,7% y se ha evitado la emisión de más de 2,3 millones de toneladas equivalentes de CO2, el consumo de 24,6 millones de MWh de energía y de 221 millones de m3 de agua, según un informe de Ecoembes, la organización que coordina la gestión de los envases del contenedor amarillo y azul.

Este remodelado de los envases, que van en beneficios para el medio ambiente (reducción del consumo de materiales, agua, energía, vertidos y residuos), se ha conseguido gracias a un proceso en el que la innovación y la tecnología funcionan al servicio de la economía circular.