En diciembre de 2015 un hombre violó, presuntamente, a un niño de 10 años en una piscina de Viena, Austria. Tras la agresión, el joven, de 20 años, alegó que se trató de una 'emergencia sexual' porque no había tenido "relaciones sexuales desde hacía mucho".

El niño, que todavía permanece bajo tratamiento psicológico, sufrió graves heridas y fue necesaria su hospitalización, según publica el medio Metro.

Ante tal macabro suceso, la Justicia condenó al presunto violador a prisión, sin embargo, ahora el caso ha dado un vuelco. Acaban de perdonar la pena al hombre debido a que el tribunal tiene dudas sobre si el menor dio, o no, su consentimiento. La noticia ha causado un gran revuelo en Austria, que todavía se encuentra consternada por lo ocurrido.