Según explica Francisco Martínez, bombero del aeropuesto de Barjas, cuando llegó al lugar de la tragedia se encontró con un panorama desolador, "se mezclaban voces, lamentos y gente que no pedía ayuda porque estaba desorientada". 

El bombero describe el panorama que vio como "si fuera una escena preparada de un guión cinematográfico" y menciona el caso particular de una persona que permanecía sentada sobre la metralla, "encima de su asiento", en buen estado, pero sin ser consciente de lo que había ocurrido. Martínez añade que, mientras trataba de intentar salvar a gente que se estaba ahogando en un río próximo, comprobaba cómo había personas que se estaban quemando. 

José Luis Cubeiro coordinó a los medios aéreos junto con la torre de Barajas para apagar el incendio que se originó después del accidente. Recuerda que no daban crédito cuando les comunicaron que había personas vivias, "en cuanto nos dijeron por radio que había supervivientes no nos lo creíamos", afirma. 

"Vimos como un cadáver se tapaba con una manta en una zona apartada, luego dos, y otro más, y otro...", describe Cubeiro. Además, añade que quizá haber actuado antes hubiera ayudado a que el fuego no se hubiera propagado, "si hubiésemos llegado un poco antes, tal vez hubiéramos apagado el incendio forestal".