Las intensas lluvias, que azotaron el fin de semana pasado el litoral catalán, inundaron un túnel subterráneo de la población de Mataró, en la comarca barcelonesa del Maresme. Como consecuencia, un hombre 63 años de edad quedó atrapado en el interior de su coche protagonizando un angustioso rescate en el que participó David Pomares, un mosso d'esquadra en prácticas.

Al llegar al túnel, se tiró al agua junto a otro compañero. La situación se complicó en pocos segundos, pues el agua cubría por completo el coche y las puertas estaban bloqueadas. "Todo estaba oscuro. El agua estaba oscura y llena de barro. No veíamos nada". Así, los agentes empezaron a palpar y comprobaron que el conductor tenía la cabeza atrapada dentro del coche. A pesar de que tiraban de su brazo, no conseguían sacarlo.

Decidieron atarle una cuerda y hacer una cadena humana. Así consiguieron sacarle, pues no tocaban pie. "Al no tener un punto de apoyo entre unos y otros hicimos una cadena e íbamos aguantando a los compañeros de delante e intentábamos tirar", cuenta uno de los agentes que participó en el rescate, Raúl González. Con las fuerzas que les quedaban le llevaron inconsciente a tierra firme.

Una vez fuera, Raul comenzó a realizarle maniobras de reanimación. Fueron necesarios tres relevos hasta conseguir sacar al conductor de la parada cardiaca. "Todo ese momento de angustia se ve recompensado con poder sacar al hombre del agua", asegura David.

El hombre se encuentra estable y se recupera en el hospital después de haber sobrevivido a un rescate que no se ensaya en las academias de formación y que todos tardarán mucho en olvidar.