El buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' vuelve a mar abierto para seguir rastreando el fondo marino en busca de los cuerpos de Anna y Tomás Gimeno y de nuevas pistas que arrojen luz sobre el caso.
Esta mañana, tras un primer intento de volver al mar en el que lograban recorrer dos millas, el buque regresaba a puerto por un problema técnico, un fallo en una de sus hélices, según señala a agencia Efe. Ahora, ya solucionado, retoma la búsqueda.
Sin una fecha fijada para que el buque abandone este caso que ha conmocionado a toda la sociedad, ahora se centrarán en rastrear nuevas zonas marcadas por la Guardia Civil.
Y es que dos nuevos hallazgos dan fuerza a los investigadores, que según ha podido saber laSexta, están deseando retomar cuanto antes la búsqueda. Se trata de dos pequeñas botellas de oxígeno pertenecientes a Tomás Gimeno. Aunque la información ha trascendido ahora con el buque atracado, las encontraron hace días a unas 5-6 millas de la costa y a una profundidad de más de 1.500 metros. Un hallazgo en la misma zona en la que se perdió el rastro de Gimeno a las 2:27 la madrugada del 28 de abril. Lo que refuerza la creencia de los investigadores de que están muy cerca, buscando en la zona correcta. Así, siguen centrados en encontrar el cinturón de buceo de Gimeno. Creen que cada vez están más cerca de dar con él y tal vez con el cuerpo de Gimeno.
Antes de verse obligado a abandonar la búsqueda, el buque llevaba varias jornadas peinando un rectángulo de unos 500 metros de largo por 300 de ancho. En ese mismo punto fue también donde se halló la barca de Tomás Gimeno a la deriva al día siguiente, y donde se sospecha que se pudo lanzar al agua lastrado con un cinturón de buceo. No obstante, las corrientes han podido cambiar su rumbo.

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