El Ángeles Alvariño retoma su viaje a Cádiz. El buque oceanográfico pone rumbo de nuevo a la Península después de que esta noche se acercara a una zona cercana al puerto de Santa Cruz de Tenerife para solucionar unos últimos trámites burocráticos, según ha podido saber laSexta.

Ayer, una orden judicial le permitía poner rumbo a Cádiz después de que la magistrada le ordenara abandonar la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno en aguas canarias. Tras navegar durante unas tres horas rumbo noreste, paralelo a la costa africana y en dirección a la península, cerca de las 19.30 horas giraba realizando el recorrido inverso y permanecía hasta esta mañana en una zona cercana al puerto canario.

Según ha podido saber laSexta, esta interrupción momentánea del viaje se ha debido a que faltaba un último trámite, en concreto, un documento de la jueza.

La Justicia frena su búsqueda

Tras más de un mes rastreo en la zona donde se le perdió el rastro a Tomás Gimeno, la autoridad judicial no descarta que el cuerpo sin vida del padre de Anna y Olivia pudiera haber sido arrastrado por las corrientes marinas si únicamente se lastró con un cinturón de plomos.

Así, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha determinado que es "imposible" continuar con el rastreo por la compleja orografía del fondo marino, aunque no se puede descartar que el cuerpo del presunto asesino esté allí.

De hecho, sostienen que "lo más probable es que saltara en la zona de aparición de las dos pequeñas botellas de oxígeno y posteriormente lo arrastrase la corriente".

En un comunicado, el poder judicial destaca que se han realizado rastreos de la línea de deriva. Concretamente se han cubierto 700 metros en los que se puede asegurar "al 100% que no se encuentra el cuerpo de Gimeno". Sin embargo, a partir de este punto, explican, "cambia considerablemente": "Se convierte en una zona muy escarpada con cantidad de barrancos y grietas". Una ororafía que ha complicado las labores de búsqueda.

"La cantidad de grietas y barrancos y la profundidad de los mismos, en ocasiones de centenares de metros, no nos permiten asegurar en absoluto que en las zonas ya miradas no esté el cuerpo de Tomás o algún otro objeto procedente de la embarcación. Básicamente se complica mucho la misma al pasarse de trabajar en dos dimensiones y sobre una superficie definida, a trabajar en tres y en condiciones muy difíciles", exponen.