Sorpresa en una residencia de Xove (Lugo) después de que una anciana de 85 años regresara a las instalaciones diez días después de haber sido dada por muerta, habiéndose celebrado incluso el entierro. El error se produjo en el geriátrico de Os Gozos en Pereiro de Aguiar (Ourense), en un centro gestionado por la Fundación San Rosendo, como el de Lugo, y al que la anciana había sido trasladada unos días antes por ser positivo en covid.
Dicha fundación ha emitido un comunicado en el que explican que el pasado 28 de diciembre "se realizó un cribado entre los usuarios y trabajadores de la residencia" con el que descubrieron que "14 usuarios y 5 trabajadores del centro habían dado positivo". Al día siguiente, según ha detallado la institución, se acordó el traslado de 11 de los usuarios contagiados al geriátrico de Os Gozos con el objetivo de "liberar a los centros de casos positivos".
"Entre las personas mayores trasladadas se encontraban dos mujeres que tenían asignada la misma habitación. Un error de identificación durante el proceso de traslado desde Xove a Pereiro de Aguiar propició que, el 13 de enero, se certificase el fallecimiento de una de ellas, aunque equivocadamente se le asignó la identidad de su compañera", ha proseguido la Fundación San Rosendo en el mismo comunicado.
Por motivos de seguridad por la pandemia de coronavirus, durante el entierro el ataúd permaneció cerrado, por lo que la familia no pudo darse cuenta del error hasta el momento en que Rogelia se presentó en la residencia de Xove, donde también vive su marido. Desde la Fundación han lamentado "profundamente el desafortunado incidente".
Sobre esta cuestión, han añadido: "Tras conocer el error, se procedió inmediatamente a informar a las familias y ha enviado un escrito a los juzgados de Orense y Viveiro para advertir de los hechos e iniciar los trámites para repararlos".
Lorena Ruiz, sobrina de Rogelia, la mujer que fue dada por muerta, afirma que su familia corrió con los gastos del entierro; mientras que la de Concepción, la fallecida por COVID, aún no se plantea denunciar: "No hablamos nada de eso de momento", ha reconocido el sobrino de Concepción Arias, Modesto Ben.
Además, han asegurado que se han reforzado las medidas de control y seguimiento de los usuarios que se trasladen de una residencia a otra. Y en esta línea, han incorporado "una identificación más visual para las personas mayores cuando son trasladadas de un centro a otro y garantizar su seguimiento".
Esto significa que a partir de ahora pondrán pulseras de identificación a todos los trasladados, y los directores de los centros tendrán que hacer un reconocimiento visual para evitar estos errores. Finalmente, ha pedido a las familias de las personas residentes en el centro que gestionan que están tranquilas dado que este ha sido "un hecho puntual, de entre los más de 100 traslados que se han realizado desde el pasado mes de diciembre a Os Gozos".