Los especialistas de la unidad de acústica forense de la Policía Nacional son capaces de reconstruir el perfil de un criminal con tan solo el sonido de su voz.

Carlos Delgado, jefe del Laboratorio de Acústica Forense explica que "todo lo que tenga que ver con el sonido y tenga interés para la justicia o las unidades operativas de la policía lo trabajamos en este laboratorio".

Allí cuentan con equipo multidisciplinar de lingüistas, logopedas e ingenieros de sonido e incluso físicos."Al igual que otras técnicas forenses, como el ADN o las huellas dactilares, nosotros establecemos quién es el interlocutor en concreto", apunta Delgado.

Pueden eliminar los ruidos de una grabación, recuperar una voz distorsionada e incluso trazar un perfil criminal a partir de la manera de hablar de un sospechoso. "El uso de un léxico concreto, por ejemplo utilizar dos palabras como 'lonja' o 'quisquete', que son palabras propias del español hablado en el País Vasco", cuenta una inspectora de la Policía Nacional que añade que "un castellano no dice 'quisquete', dice 'cerrojo' o 'pestillo'..".

Pero quizás la técnica más avanzada es la de pasaporte vocal. Consiste en saber la edad, el sexo, el área geográfica e incluso el estrato social o las emociones y patologías de un sospechoso. "Con él damos datos sobre la ubicación geográfica peo también podemos dar datos acerca de la ubicación diastráica, por ejemplo, el nivel sociocultural", incide la inspectora.

Desde que nació esta unidad hace más de treinta años ha intervenido en casos muy conocidos, como la 'Operación Nécora', el secuestro de Anabel Segura o más recientemente el homicidio de un anciano en Santander hace dos años.

Estas técnicas de acústica forense suenan cada vez mejor para resolver casos de corrupción, secuestros, homicidios y terrorismo.