536 días después de su detención Ana Julia Quezada ha reaparecido con pelo liso, sin gafas, vestida con americana y blusa blanca para afrontar su primer día de juicio.

Con total tranquilidad se ha sentado en el banquillo para escuchar atentamente las últimas instrucciones de sus abogados, asintiendo en todo momento y en ocasiones incluso sonriendo.

Hasta que a petición de su defensa le han retirado las esposas y ha comenzado el juicio. Entonces se ha visto a una Ana Julia repentinamente emocionada, incapaz de contener las lágrimas y necesitando incluso un pañuelo para limpiarse.

La autora confesa ha escuchado los durísimos escritos de acusación. "Gabriel no tuvo ninguna oportunidad de defenderse. No tuvo opción alguna a salir con vida de aquella finca", ha señalado la fiscal.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular han relatado cómo Ana Julia golpeó, asfixió y después enterró al pequeño Gabriel, con detalles escabrosos que hasta ahora se desconocían. "Como quiera que uno de sus brazos no entraba en el agujero, se dirigió al interior de la vivienda y cogió un hacha, asestando varios golpes en el brazo de Gabriel".

Durante las lecturas Ana Julia se ha mostrado muy atenta, en ocasiones negando incluso con la cabeza con gestos de indignación. Este martes por la mañana será el turno de Ana Julia de declarar.