El centro de todas las miradas durante la celebración de Año Nuevo es la Puerta del Sol de Madrid, desde donde el tradicional reloj marca los últimos segundos del año y 20.000 personas dan la bienvenida a 2019 porque, como dice una de las asistentes a la celebración en el centro, "hay que acudir al menos una vez en la vida".

Hasta 500 agentes y tres cordones de seguridad protegen la zona en que se prohíbe la entrada con botellas, vasos de vidrio o petardos.

Muchos ya se adelantaron a tomar las uvas para ensayar, ya que no todo el mundo distingue los cuartos de las campanadas.

En el municipio gallego de Vilagarcía de Arousa también cumplieron con su tradición desde hace más de dos décadas de celebrar la entrada del Año Nuevo al mediodía.

Para el brindis, cada uno tiene siempre deseos en la mente, así como gorros en la cabeza. Todo lo que haga falta por tener una buena entrada a 2019.