Segunda jornada del juicio a Dani Alves por violación a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona. Este martes, ha sido el turno de su primo, Bruno Brasil, que estuvo con el futbolista la noche en la que sucedieron los hechos.

Ante el tribunal, ha detallado que Alves había "bebido mucho" durante toda la tarde antes de llegar al recinto, donde reconoce que estuvieron bailando con la víctima y sus amigas.

Brasil fue quien hizo "la señal al camarero" para que invitara a las chicas a una copa, con quienes habló "con una mezcla de portugués y castellano". Esa noche fue Alves quien pagó la fiesta, a quien acompañó hasta su casa tras lo ocurrido.

Antes de llegar al Sutton, acudieron a la Taverna del Clínic y al club Nuba. En la primera parada, bebieron, según el primo de Alves, cuatro botellas de vino y una de whisky, mientras que en el Nuba bebieron un gintonic.

Brasil defiende que la víctima y sus amigas "se lo estaban pasando muy bien" bailando con ellos, con quienes dice que llegaron a hacer hasta "bromas". Al ser preguntado sobre si vio la cara de la denunciante, reconoce que sí lo hizo, pero que la vio "normal".

La declaración del jefe de sala de Sutton: Alves había "bebido o fumado algo"

El jefe de sala de la discoteca Sutton ha explicado durante su declaración que notó que el jugador había "bebido o fumado algo". El trabajador ha manifestado que vio a la víctima "bastante mal, llorando mucho", y que decidieron activar el protocolo de agresiones sexuales y llamar al teléfono 112.

"A mí lo que me dijeron es que la chica decía que alguien la había tocado. En ese momento, cuando la vi, me di cuenta de que había sido algo más", ha añadido. El jefe de sala ha explicado que Alves era cliente habitual y que lo había visto más de una vez en la discoteca, aunque esa noche "no actuaba normal", refiriéndose a que había tomado algo de más.

El primer testigo de la jornada en el juicio ha sido el director de la discoteca Sutton, que ha contado cómo activó el protocolo por violencia sexual esa noche. Ha explicado que un vigilante de seguridad, que atendió primero a la chica, le avisó de que la joven le había alertado de que había sufrido una agresión sexual.

"Dijo que había sido víctima de una agresión sexual, cuando pasó Alves por delante después nos dijo que había sido él", y en ese momento insistió a sus amigas para que la acompañaran a una sala privada donde atenderla.

Ha recordado que la joven "estaba bastante alterada, todo el rato decía que se quería ir a casa", y que le insistieron en que contara qué había ocurrido para activar el protocolo si era necesario. El director de la discoteca ha añadido que la joven no le contó detalles sobre la agresión: "Pregunté si había sido algo grave y me dijo que sí. Pregunté si había habido penetración y dio a entender que sí".

Un auxiliar de la discoteca ha explicado que, después de los hechos, estuvo con la víctima y sus amigas hasta que llegaron los Mossos d'Esquadra, y que la atendió porque tenía una herida en la rodilla. También ha relatado que la vio "llorando mucho, muy nerviosa", aunque no le dijo nada de lo que le había pasado.