El jefe de policía ha pedido a los agentes que alternen las rutas al volver a casa y que avisen si se sienten vigilados, ya que quiere evitar que otro agente sea encañonado a punta de pistola. Uno de ellos volvía a su casa, en Esporles, conduciendo su coche cuando una moto se colocó a su altura. El ocupante que iba en la parte de atrás le apuntó con una pistola. Él, asustado, intentó salir de la carretera y disparó dos tiros con su arma reglamentaria.

Es un paso más en las intimidaciones que hasta ahora sufrían los agentes que investigan la trama de corrupción que implica a policías, políticos y empresarios mallorquines. "Los que puedan tener interés en que la causa no avance son los que pueden tener interés en amedrentar a testigos" ha asegurado Josep Palouzié Comisario Jefe de la Policía Municipal de Palma de Mallorca.

Una situación de miedo que también ha llevado a Miguel Ángel Subirán, el fiscal que lleva el caso a solicitar un guardaespaldas, tras sufrir amenazas de muerte. La trama que investigan sitúa a, Bartolomé Cursach como el cabecilla de una red de extorsión. Cursach es el rey de la noche mallorquina y dueño de las mejores discotecas de la Isla. Según la fiscalía la sala Titos era el lugar de celebración de fiestas privadas a las que eran invitados policías y políticos con prostitutas y drogas. Así presuntamente les agradecía los supuestos favores prestados a los locales del Grupo Cursach.