La muerte de Gabriel Cruz, el niño de 8 años cuyo cadáver fue encontrado por la Guardia Civil en el maletero del coche de la pareja de su padre, ha conmovido a la sociedad almeriense, de forma que en esta provincia se suceden los actos de duelo oficial en recuerdo al pequeño.
La Diputación de Almería, institución para la que trabajaba Patricia Ramírez, madre del menor, celebra un pleno extraordinario para declarar tres días de luto por el triste desenlace y hacer oficial el pésame a la familia del pequeño. Las dependencias del Palacio Provincial serán también las que acojan la capilla ardiente de Gabriel, una vez concluya la autopsia que se realiza a sus restos mortales en el Instituto de Medicina Legal de Almería.
Aunque no se ha concretado el momento en el que podrá abrirse a la ciudadanía esta capilla ardiente, se espera que a lo largo de este lunes pueda haber alguna novedad en ese sentido, una vez concluyan los forenses su trabajo. Por el momento, los investigadores continúan sin aclarar si Ana Julia Quezada, la pareja del padre de Gabriel detenida como presunta autora de la muerte del niño, actuó sola o acompañada.
Mientras tanto, continúan los actos de duelo en la provincia, sumándose a los de la Diputación de Almería y a los ya celebrados en Almería, Níjar y Vícar, nuevas concentraciones y repulsas públicas por lo ocurrido.
Vícar, municipio en el que residía la detenida y en el que fue arrestada, ya declaró tres días de luto institucional pero este lunes celebra además una concentración ante el Ayuntamiento a las 11:30 horas.
Media hora más tarde, a las 12:00 horas, los ayuntamientos de Cantoria y Cuevas del Almanzora acogen sendos plenos para decretar también tres días de luto oficial. Además, el último municipio acogerá una concentración silenciosa con posterioridad.
A las 13:00 horas también tendrá lugar otra concentración silenciosa, en este caso en la Universidad de Almería. Por otro lado, las concentraciones espontáneas que tuvieron lugar anoche en torno a la Comandancia de Almería, finalmente se diluyeron sin mayor incidentes a pesar de que la situación, con gente gritando "asesina", provocó que la Guardia Civil tuviese que cerrar la reja de entrada a las instalaciones policiales.