La pena y la rabia son los sentimientos que predominan en Algeciras (Cádiz) tras el asesinato de Diego Valencia, el sacristán en la Iglesia Nuestra Señora de La Palma, a cuyas puertas fue asesinado por Yassine Kanjaa.

Kanjaa se encuentra en dependencias policiales en Madrid, a la espera de pasar el lunes a disposición judicial. Se investiga si mantenía vínculos con miembros del Estado Islámico o si se trataba de un lobo solitario, como se sospecha.

Desde el ayuntamiento plantean poner el nombre de la víctima a la Plaza Alta de la localidad. Los vecinos de Algeciras están conmocionados y piden más presencia policial. Siguen sin dar crédito a las imágenes grabadas, en las que Yassine corre con un machete tras Diego, como puedes ver en el vídeo que acompaña a esta información.

El viernes despidieron en un funeral al sacristán. Decenas de algecireños, autoridades civiles, entre ellas el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, militares y judiciales, acompañaron a la familia de Diego, de 65 años, y a sus compañeros y amigos.