Hasta tres mangas marinas se han podido ver muy cerca de la costa de Mallorca, dos de ellas a pocos metros la una de la otra. Son los efectos de la ciclogénesis en el Mediterráneo y que ha intensificado la gota fría en las últimas horas, sobre todo en Baleares.

En Maho, en Menorca, las calles se inundaban y grandes bolas de granizo se colaban en las terrazas de las viviendas. En el Aeropuerto de Ibiza se han registrado retrasos de más de cinco horas, mientras que en Mallorca las embarcaciones han quedado a la deriva con olas de hasta siete metros.

Además, en las últimas horas la Península han caído más de 42.000 rayos en la Península. El cielo en Cataluña se ha iluminado de esta manera hasta en 36.000 ocasiones, y rayos y fuertes lluvias que han provocado inundaciones, por ejemplo, en Girona.

En el Puerto de Barcelona han caído 24 litros por metro cuadrado en tan solo 30 minutos. A lo que sumamos el fuerte viento que ha provocado destrozos en la Ciudad Condal, rachas de viento de hasta 97 kilómetros por hora han llegado, incluso, a derribar árboles.

La gota fría se ha notado con intensidad también en la Región de Murcia, en País Vasco y en Cantabria. No era día para tomar el sol en Santander, ni tampoco en Valencia, donde el viento se lo ha puesto muy difícil a los transeúntes.

También hay que centrarse en la nieve, que en pleno mes de septiembre ha caído en el Refugio de Ulldeter, en Girona. Estampa que hemos visto en otros puntos de Pirineos por encima de los 1.900 metros.