La alerta se ha extendido a Florida donde cinco personas han sido ingresadas como consecuencias de la infección del Angiostrongylus Cantonensis, el parásito que hace unos meses sembraba la alarma en Hawái.

El parasito, que afecta al sistema nervioso y que puede provocar la muerte se propaga a través de varios animales como los caracoles, las gambas de agua dulce, los cangrejos, las ranas o los lagartos, según cuenta la cadena 'Fox'.

Las consecuencias de la infección son náuseas, vómitos, rigidez de nuca y dolores de cabeza, unos síntomas habituales de una meningitis bacteriana. Los efectos de la enfermedad pueden durar entre dos y ocho semanas.

A pesar de que el parásito es habitual en los climas tropicales, se ha trasladado hasta Estados Unidos como consecuencia del calentamiento global.