La ola de calor que afectó a casi toda España hace unos días podría provocar un gran incremento de la proliferación de plagas de la mosca negra. Así lo ha indicado la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA).

Algunas de las comunidades autónomas más afectadas por la proliferación de este insecto serán Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana o Madrid, siendo las riberas de los ríos las zonas más problemáticas porque es donde llevan a cabo su reproducción.

El director general de ANECPLA, Jorge Galván ha explicado que las altas temperaturas son un factor para que se produzca un pico en el volumen de población de mosca negra, aunque el ciclo de vida de estos insectos puede reducirse a la mitad con el incremento de las temperaturas.

La mosca negra no es una especie invasora, ya que es autóctona, pero desde hace varios años sus ataques a humanos se han incrementado, ha explicado Galván, que ha hecho hincapié en que las labores de prevención son "especialmente importantes a la hora de minimizar su impacto".

Su mordedura puede producir alergias

Respecto a su 'picadura', este experto ha detallado que la mosca negra "no pica, sino que muerde en forma de sierra" y su mordedura puede dar lugar a "infecciones y reacciones alérgicas", que en algunos casos pueden requerir "hospitalización".

Desde ANECPLA explican que la mosca negra inocula una pequeña dosis de anestésico que le permite morder sin que el individuo afectado se percate y es su saliva la que puede provocar tanto cuadros de alergia como dolores en la zona. Finalmente, aparece en la piel una roncha que puede sangrar y una hinchazón de la zona afectada que puede durar hasta un mes.

En el caso de sufrir una mordedura de la mosca negra, desde esta asociación recomiendan no rascarse porque puede empeorar la herida y hacer que se infecte. Aconsejan aplicar hielo o una pomada apropiada y acudir al hospital o centro de salud.

Recomendaciones para evitar que ataque

Desde ANECPLA recomiendan vestirse con ropa de colores claros, evitar pasear por zonas cercanas a los ríos, instalar mosquiteras en zonas de riesgo, mantener cubiertos los depósitos de agua y controlados los desagües y usar repelentes certificados, en especial de aquellos que contienen citronela.