El rugido de un impactante temporal lo han escuchado y sentido especialmente los bañistas. A ellos los ha sorprendido en la playa y se han visto obligados a huir mientras sombrillas y sillas volaban a su alrededor.

En Cervia, aterrados, se escuchaban los gritos de los vecinos: "¡Chicos, se están cayendo los árboles. Cuidado!". Quienes también han visto como el viento huracanado tumbaba, casi de golpe, parte de un bosque de pinos.

Un poco más al sur, en Pescara, las tormentas se han dejado sentir también acompañadas de una fuerte granizada, con bolas del tamaño de una naranja. "Parecen meteoritos", comentaba una lugareña.

Las graves inundaciones, que han dejado al menos una veintena de heridos, han transformado las carreteras en auténticos torrentes arrastrando a su paso los coches. El temporal, repleto de tormentas, ha dejado playas arrasadas y coches destrozados por la caída de los árboles. Decenas de casas han sufrido apagones y muchos establecimientos se han inundado.