Los pantanos siguen perdiendo agua. Ahora mismo nuestras reservas hídricas están al 31.9%. Este está siendo el tercer año hidrológico más seco desde 1961. Semana a semana, sin lluvias, con una sequía que no remite, vamos perdiendo reservas.

La situación es crítica en el sur: hay zonas, como la del Guadalquivir, donde están al 19% de su capacidad.

En las zonas rurales del Cañal y Manzanete en Vejer de la Frontera, Cádiz, ya están sufriendo las consecuencias de esta falta de agua.

Unos 600 vecinos no pueden beber el agua del grifo porque ha dejado de ser potable.

El acuífero que les surte está demasiado bajo y el porcentaje de nitratos es peligroso. El Ayuntamiento hará análisis diarios para ver cuándo pueden reanudar el consumo.

Lo cierto es que, ante esta escasez, esos acuíferos son clave y su situación, muy alarmante, según Greenpeace.

Casi la mitad de los acuíferos españoles están en mal estado. El 30% se ha deteriorado por culpa de la contaminación, y un 27% lo ha hecho por la extracción ilegal. Por ahora, casi uno de cada tres españoles bebe agua procedente de estas reservas.

Sevilla adopta medidas restrictivas por la sequía

En otras zonas de Andalucía como Sevilla también están comenzando a notar los efectos de la sequía. La Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Agua de Sevilla (Emasesa) ha activado el sistema de alerta, lo que implica la aplicación de medidas restrictivas.

Entre ellas, se prohíbe el uso del agua para fines ornamentales o recreativos, como llenar piscinas, para lo que está establecido un régimen sancionatorio. Una restricción que afecta a más de un millón de usuarios a los que prestan servicios.

Por otro lado, Aljarafesa, empresa que abastece a 325.000 usuarios de 30 municipios de la provincia de Sevilla, también ha propuesto a la Presidencia de la Mancomunidad de Municipios del Aljarafe un plan con nuevas medidas para ahorrar en el consumo.