Con más de 100 rebrotes en España, no se dejan de ver imágenes de actitudes irresponsables. El ascenso a primera división del Cádiz C.Fprovocó que las calles de la ciudad andaluza se inundaran ayer de pitidos, bengalas y cánticos, pero sin mantener la distancia de seguridad y con anecdóticas mascarillas.

Saltándose la precaución que las autoridades les habían rogado de antemano, los aficionados celebraban el pitido final del partido Zaragoza-Oviedo que les garantizaba el ascenso. El día anterior, otros 2.000 aficionados se concentraron a las puertas del estadio Ramón de Carranza, donde se celebraba a puerta cerrada el partido que perdieron contra el Fuenlabrada.

Pero no fue el único punto de España en el que el fútbol hizo salir a masas. En Badajoz los aficionados despedían a sus jugadores que partían rumbo a Marbella para apoyarles en el encuentro en el que se jugarán su ascenso.

Las imágenes de la imprudencia también llegan desde Magaluf, en Mallorca, donde la pasada madrugada una cuna de turistas británicos pegados y sin mascarilla se subían a coches aparcados en la calle Punta Ballena. Cuando llegó la policía, varios de ellos fueron identificados.

Un día después, en la playa de Palma, donde suelen reunirse turistas alemanes, también se vivieron momentos preocupantes cuando cientos de personas se agruparon en la conocida como calle de la cerveza.

La irresponsabilidad se ha repetido en algunas discotecas de Sevilla. En Estepa, el Ayuntamiento ha clausurado tres locales de la zona de los chiringuitos, después de que la mayoría de los jóvenes se reunieran sin mascarilla.