Un hombre lleva medio mes durmiendo con un colchón en el salón de plenos del Ayuntamiento de Totana. Denuncia que el nuevo trazado del AVE va a arrasar la mitad de la casa de su familia. "Tenemos esa casa de toda la vida. Por qué la tienen que demoler cuando ya había un trazado que no pillaba ninguna casa", afirma.

No es el único que se ha instalado allí ya que esté trazado va acabar con 14 viviendas. Allí pasan el timepo jugando a las cartas y leyendo revistas a la espera de mejores noticias sobre su situación. Uno de los encerrados cuenta: "Tratamos de evadirnos del problema y hablar de otras cosas". A los padres de este chico no le derriban la casa, pero se la dejan aislada. "Mi padre ha trabajado toda su vida para poder comprarse una casa y ahora de la noche a la mañana se la quieren quitar", asegura.

Dicen que tomaron el Ayuntamiento porque la licitación de las obras es inminente y, de momento, no piensan en levantar el campamento. José María Cayuela, portavoz de la plataforma 'Totana Fuerza Ciudadana' cuenta que van a estar así "hasta que ha falta, hasta que el ministro de Fomento asegure que recobra el sentido común y que se retoma un trazado de 2011 que estaba consensuado con el municipio".

Desde la Concejalía de Urbanismo muestran algo más de esperanza. "Por lo menos no ha habido negativa directamente. Están estudiando las posibilidades, lo que supondría en tiempo y en coste económico el volver al trazado anterior", afirma e concejal de Urbanismo de Totana, Carlos Enrique Ballester.

Y Delegación del Gobierno trata de buscar una solución que perjudique menos. "En caso de que no fuese posible el cambio de trazado, minimizar los daños", señala el delegado del Gobierno de la región de Murcia, Diego Conesa. Los afectados, por su parte, no piensan rendirse y seguirán con encierros y manifestaciones para mantener en pie sus casas.