El insólito caso se descubrió en Mechra Belqasiri, una localidad agrícola entre Rabat y Tánger, cuando el grupo de los quince acudió al hospital para tratarse de unos síntomas que resultaron ser los de la rabia.

Los muchachos confesaron que no habían sido mordidos, sino que habían practicado sexo con una burra ignorando que estaba infectada. Según el portal, el suceso causó gran conmoción en la localidad y una gran vergüenza entre las familias afectadas. Incluso el propietario del animal, harto de las habladurías, terminó sacrificando al animal.