Ebony Stevenson, una joven de 18 años, comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza y convulsiones y fue trasladada al hospital de urgencia al Royal Oldham Hospital, Greater Manchester, Inglaterra.

Una vez allí, los médicos le indujeron un coma y, para cuando despertó, a los cuatro días descubrió que estaba embarazada y que había dado a luz a una niña.

Ebony jamás sospechó que pudiera estar esperando un hijo ya que padecía una extraña malformación uterina denominada útero didelphys. De esta manera, seguía teniendo menstruaciones regulares a pesar de gestar el feto. Además, el bebé se colocó casi en la espalda, de tal manera que parecía imperceptible.

Los doctores descubrieron que las convulsiones habían sido producidas por una preeclamsia, que estaba embarazada y comunicaron a su madre que el bebé requería una cesárea de urgencia.

"A pesar de que insistí en que no podía estar embarazada, los paramédicos estaban seguros de que lo estaba y, para mi sorpresa, una protuberancia había aparecido en su estómago", ha declarado la madre de Ebony al medio.

A los cuatro días Ebony despertó con su hija en brazos, a la que ha llamado Elodie. Un extraño caso con final feliz.