Rápido, limpio y cremoso: el café de cápsula tan apetecible podría estar prohibido en solo dos años en las Islas Baleares. Las empresas ni podarán fabricarlos ni distribuirlos si no cambian sus componentes por materiales fácilmente reciclables. "Tampoco las prohibimos pero tienen que ser reciclables", señala Sebastià Sansó, director general de Residuos del Govern balear.

En estos momentos ya existen algunas alternativas, pero la gran mayoría de estas cápsulas están hechas de plástico y aluminio. Se trata de una medida pionera en España que también afecta a estos otros productos: toallitas, pajitas de plástico, bastoncillos y vasos y platos de un solo uso.

 

En este caso la normativa dice lo mismo: solo se podrán vender, comprar y utilizar si están fabricados con material compostable.

La diferencia entre un vaso de plástico normal y uno biodegradable, es que el primero está fabricado con petróleo mientras el segundo con almidón de maíz o de patata, es decir con una producción más sostenible y rápidamente biodegradable.

Porque la mayoría de los plásticos no terminan en una planta de reciclaje sino en el mar, solo en el Mediterráneo el 96% de la basura recopilada es de este material.