La Fiscalía de Zaragoza ha acusado a un menor de 16 años del asesinato de su padre, a quien presuntamente habría quemado vivo en su domicilio de Chiprana (Zaragoza), causándoles graves heridas por las que falleció días después, según informa 'El Heraldo de Aragón'.

Los hechos se produjeron en la víspera de Reyes, cuando se declaró un incendio en la vivienda que padre e hijo compartían en la localidad zaragozana, que en un principio pareció accidental.

El menor escapó de las llamas por la terraza, mientras que el padre, que tenía la movilidad reducida e iba en silla de ruedas, fue rescatado por los bomberos en estado crítico. Falleció en el hospital el 18 de enero, tras haber permanecido sedado.

Los investigadores de la Guardia Civil detectaron que algo no encajaba en el testimonio del adolescente, a lo que se sumaba su historial de agresividad y el hecho de que las lesiones más graves que presentaba la víctima estaban en su cabeza y rostro y se extendían por el torso, según los informes médicos y forenses.

Las lesiones, según indica 'El Heraldo', además eran compatibles con que hubiera sido rociado con un líquido inflamable, que después identificaron como alcohol de quemar.

Presuntamente, el chico habría discutido con su progenitor, al que habría rociado con alcohol, aprovechando que tenía la movilidad reducida a raíz de haber sufrido dos ictus, para a continuación prenderle fuego.

El Ministerio Fiscal pide para él ocho años de internamiento por un delito de asesinato con las agravantes de ensañamiento y parentesco, así como un delito de incendio y otro de amenazas a su madre.

Por su parte, el menor ha negado el crimen, asegurando que fue su padre quien se quitó la vida.