En una entrevista con el rotativo, James aseguró que el abuso sexual comenzó cuando tenía once años por parte de quien él y sus seis hermanos llamaban "tío Teddy", y al que no denunció convencido de que nunca le creerían por la relación tan cercana con su familia.

Sin embargo, la noticia del 20 de junio, de que el cardenal había sido separado de sus funciones tras creíbles acusaciones de abuso sexual, cambió su vida, aseguró James. "Me puse de rodillas y di gracias a Dios porque no estaba solo y todo iba a estar bien", dijo al recordar el momento en que supo de la destitución del cardenal, de 88 años, que vive en Washington DC.

El cardenal fue separado de sus funciones por orden del papa Francisco, después de una investigación interna sobre las acusaciones, que ha negado, y que se remontan a los inicios de su carrera religiosa cuando, hace casi 50 años, ejercía de cura en la archidiócesis neoyorquina.

La presunta víctima recordó que cuando tenía once años el entonces sacerdote de 39 años, y que comenzaba a despuntar en la iglesia católica, entró a su habitación cuando se cambiaba el traje de baño. James, quien también fue bautizado por McCarrick en 1958, solo dos semanas después de haber sido ordenado sacerdote, aseguró al Times que ese fue el inicio de una relación de abuso sexual que duró cerca de 20 años, que le llevó presuntamente al abuso de drogas y alcohol a temprana edad.

La víctima lo intentó contar a su padre lo que ocurría cuando tenía 15 o 16 años pero el sacerdote era muy querido por su familia, lo consideraban sagrado. "Cuando su familia se mudó de Nueva Jersey a California, el sacerdote continuó visitándoles y siguió con el abuso sexual", aseguró James al diario neoyorquino.

Después de enterarse de lo ocurrido con McCarrick, contó a sus hermanos su historia y acudió a la oficina del sheriff del condado de Loudoun, en Virginia, y presentó una denuncia en contra del cardenal.