Aseguraba a los pacientes que podrían levantarse de su sillas de ruedas. Es la doctora Almudena Ramón, una científica brillante que consiguió recuperar la movilidad en ratas con lesiones medulares, un milagro que quería aplicar en primates.

Sin embargo, su investigación se frustró y siguió investigando en solitario. Así es como se financiaba, según la guardia civil: captando enfermos medulares que se emocionaban al oír sus palabras. "Yo salí súper ilusionada. Dije 'esto parece de verdad'", cuenta Lidia, una paciente.

un espejismo del que también fue víctima Jaime, que contó su experiencia en Expediente Marlasca: "Tenía la ilusión de pegar una triste patada a un balón, de que mis hijos vieran a su padre andar". Él llegó a pagar 40.000 euros sin recibir ni un sólo tratamiento.

Una presunta estafa en la que se han visto implicadas decenas de personas que creyeron en ella; entre ellos, el torero Enrique Ponce, que estaba muy sensibilizado con el proyecto. La Guardia Civil acusa a la doctora Ramón de estafa. Ella se encuentra ahora en libertad con cargos. Mientras, sus pacientes se movilizan para poner fin a su trabajo científico.