Las preguntas a los acusados del conocido como 'crimen del Palace' eran claras. ¿Tomó la víctima el éxtasis? ¿Se lo dieron? Los acusados han descrito a la víctima como un hombre de fiesta por Madrid al que conocieron en un local.

Uno de los acusados ha asegurado que vieron a la víctima comprar droga "a otro". "Él tenía un botecito y se lo acercaba para olerlo", recuerda, así como que lo echó en una bebida.

La víctima, dice, acepta los servicios sexuales que le ofrece uno de ellos porque afirman que ejerce la prostitución. Es por eso que fueron al hotel donde la víctima bebió el vino al que el fiscal cree que añadieron el extasis los acusados. Según ellos, se lo sirvió él mismo.

"Después de abrir la botella, él puso el vino en los vasos, brindamos y bebimos. Él tenía el botecito con él", explica. Al poco rato, se marcharon por un desacuerdo en el pago de los servicios sexuales. La víctima se queda, según ellos, viva. Uno de los acusados ha reconocido que se llevó la tablet y el móvil con una tarjeta de crédito al marcharse.

Para su marido y amigos, este comportamiento es imposible. "Consumía alcohol social, pero estupefacientes absolutamente no. Era muy rígido con todo eso. Condenaba las drogas", alegan.