Se celebra en Oviedo el juicio contra un hombre de 72 años acusado de haber violado a su hija menor.
En realidad, sus cuatro hijas le acusan de haber abusado reiteradamente de ellas durante años, incluso cuando todavía eran menores de edad.
La mayor asegura haber tenido un hijo, con 17 años, fruto de la violación de su propio padre. Llegó a demostrarlo con una prueba de ADN, pero ya era tarde.
La mayoría de los abusos habrían ocurrido en los años 90, y por lo tanto, todos han prescrito salvo uno. La última violación cometida contra la menor de las hermanas fue en 2003. Y es por ese supuesto ataque por el que se ha sentado en el banquillo.
"Hemos hecho hincapié en los informes de los psicólogos que no dan validez al testimonio", dice José Luis Arrojo, abogado de la defensa.
La Fiscalía y la acusación particular piden para el acusado diez años de prisión e indemnizaciones por daños morales.
Las hermanas defienden que no denunciaron antes por miedo. También culpan a su madre por haber guardado silencio. En unos diez días, el juez podría dictar sentencia.