El hombre detenido por la desaparición de Janet Jumillas, en paradero desconocido desde marzo, se ha negado a declarar ante el juzgado de Cornellà que investiga el caso, aunque ha aprovechado el turno de palabra al final de su comparecencia para negar su relación con el crimen e insistir en su relación de amistad con la víctima.

"Era mi amiga, yo no le quería ningún mal", ha dicho el principal sospechoso, acusado de un delito de homicidio y otro de ocultación del cadáver. Los Mossos d'Esquadra le atribuyen la muerte violenta de Janet, tras haber encontrado restos de su sangre durante el registro de la vivienda del sospechoso.

Este, de nombre Aitor, 32 años de edad y nacionalidad española, niega el crimen y se ha acogido a su derecho a no declarar ante el juez. Este decretó para él prisión provisional sin fianza ante el "evidente" riesgo de fuga del acusado que, aunque vive en pareja, carece de arraigo laboral y apenas familiar. Además, el magistrado considera que, en tanto no se localice el cadáver de Janet, dejarle en libertad implicaría un riesgo de destrucción u ocultación de las pruebas.

Ante el juez también ha comparecido este jueves el segundo detenido en relación con la desaparición de Janet, que ha quedado en libertad con medidas cautelares por un presunto delito de encubrimiento. El segundo sospechoso es un joven de 23 años de edad, nacionalidad española y vecino de El Prat de Llobregat (Barcelona), que también se ha desmarcado ante el juez del crimen y ha asegurado desconocer qué tipo de relación mantenía el presunto homicida con Janet, en una declaración en la que ha evitado incriminarle.

Los Mossos d'Esquadra tratan de localizar el cadáver de Janet, de 39 años y madre de dos hijos, que últimamente se relacionaba con Aitor, quien al parecer se movía en un ambiente ligado al trapicheo. Según fuentes cercanas al caso, ninguno de los dos detenidos mantenía una relación sentimental con la mujer, cuyo coche fue localizado días después de su desaparición -perfectamente aparcado y sin signos de fuerza- muy cerca de la casa de Aitor.

El juez también acordó la intervención telefónica de los sospechosos, el examen policial de sus cuentas de correo y de redes sociales, así como su geolocalización y baliza de seguimiento, con el objetivo de que les llevaran al cadáver de la mujer.

Janet fue vista por última vez el pasado 13 de marzo en Cornellà, adonde había acudido para realizar unas gestiones en Hacienda. La mujer, vecina de Viladecans, había quedado después con un sobrino, pero jamás llegó a presentarse.