El acusado de dejar parapléjica a su mujer de una paliza ha asegurado en el juicio que se celebra en la Audiencia de Cantabria que "nunca" la ha pegado y que mantenían una relación "muy buena".

"La habré podido decir de palabra bastantes cosas, pero pegarla nunca jamás", ha mantenido el acusado, quien se enfrenta a una condena de más de 21 años de cárcel y al pago de una indemnización de casi medio millón de euros por violencia doméstica y de género, lesiones y maltrato familiar.

La víctima quedó parapléjica en mayo de 2015, cuando saltó por la ventana de un primer piso para huir de la última paliza, que le propinó delante de su hijo de tres años y medio, según la Fiscalía y la acusación.

Sin embargo, el acusado ha asegurado que esa noche bebió "seis o siete cubatas", y que no puede "llegar a entender" por qué la mujer saltó por la ventana.