Al sumergirse en el océano lo que se encuentra es plástico, además de residuos y basura fragmentada. Es lo que vio un joven holandés buceando durante unas vacaciones en Grecia. Tenía solo 16 años y, desde entonces, acabar con toda esa contaminación se convirtió en su objetivo.

"Hay unos 18 millones de kilos plástico flotando que constituyen 1,8 trillones de fragmentos dentro de la isla de basura del Pacífico", cuenta Bojan Slat, creador de 'The Ocen CleanUp'.

El resultado: un tubo cilíndrico de 600 metros de largo del que cuelga un faldón de lona de tres metros que ya se ha convertido en la primera gran barrera contra el plástico.

La estructura se colocará en forma de 'u' en la bautizada como isla del plástico, entre California y Hawai, donde hay casi dos billones de basura marítima. La barrera se encargará de acumular estos residuos gracias a la acción combinada de vientos, corrientes y ondas de superficie.

Después se recogerán, se llevarán a tierra y se reciclarán en la medida de lo posible. Impacta y preocupa: en 2050 se calcula que habrá más plásticos que peces en los océanos.

"Menos del 5% del total de plástico que encontramos en el mar está en la superficie. El resto está en el fondo marino, en la columna del agua e incluso dentro del cuerpo de los organismos que viven en el mar", explica Alba García, responsable de la Campaña de Prácticos de Greenpeace.

Esta barrera no es un milagro, pero sí una esperanza. Al menos, reducirá la presencia de todo este material destructivo y evitará que se vaya fragmentando. El sueño de un adolescente convertido en realidad.