El joven de 23 años, Belal, regresó a Egipto en 2014 para formar parte de la revolución tras la primavera árabe. Sin embargo, por sus fotografías y sus artículos en internet fue condenado a prisión.
"Estaba dormido y me llamó un abogado y me dijo que me habían condenado a 15 años", cuenta. Nadie le avisó del juicio, y se hizo sin su presencia. Se enteró por una llamada telefónica y, tras la noticia, se despidió de su madre y huyó para no volver.
Otro caso de refugiados en España es el de Aleida. La joven se dedicaba a luchar contra los feminicidios en México, por lo que ha recibido todo tipo de amenazas. "Me decían que me pensara qué iba a hacer mi madre si recibía un dedo mío y que me preparara para que me violaran 20 policías", afirma.
En México son asesinadas seis mujeres al día y casi 700 jóvenes menores de edad desaparecen y se convierten en víctimas de la trata. Pocas logran escapar y es entonces cuando se dan cuenta de que los agentes de la ley no son más que siervos del narcotráfico. Aleida explica que son "los mismos policías a los que acudían para ser protegidas los que les devolvían a los burdeles".
Ahora que tanto Belal como Aleida son libres en España quieren ayudar y dejar su huella por Yemen recordando que sigue existiendo ese otro mundo en el que muere asesinada gente inocente.
Se solicita colaboración ciudadana
La Guardia Civil pide colaboración ciudadana para averiguar quién ha dejado el cadáver de un bebé en Loeches (Madrid)
El contexto La madrugada de este jueves empleados de la planta de reciclaje de Loeches encontraban los restos mortales de un neonato de unas dos semanas de vida. Según el primer exámen forense el bebé podría presentar signos de asfixia.