En 2018 se reciclaron casi 1,5 toneladas de envases en los contenedores amarillos y azules, más del 12% que el año anterior, según datos de Ecoembes, la organización que gestiona el reciclaje de envases del contenedor amarillo y azul en España.

La cifra representa el mayor incremento desde que se implantó el reciclaje de envases en España, lo que demuestra que el compromiso de la ciudadanía con el medio ambiente cada vez es mayor.

Ocho de cada diez personas reciclan en sus hogares en nuestro país y cada vez son más las que lo hacen también en el trabajo gracias a los Centros de Trabajo Sostenibles, que disponen de un sistema de recogida selectiva en sus instalaciones.

En España hay unas 1.300 empresas que brindan a sus plantillas la posibilidad de reciclar. Una de ellas es la sede española de la marca de cosmética Yves Rocher en Madrid.

"A nadie se le ocurre echar envases de plástico en la orgánica"

A principios del año pasado, en las oficinas de Yves Rocher se puso en marcha un Comité de Responsabilidad Social Corporativa para concienciar sobre el cuidado del medio ambiente y poner en marcha iniciativas que cambiasen algunos hábitos.

Reemplazar las botellas de plástico por metal o cristal, sustituir los manteles de papel por otros de tela o cambiar las cápsulas por café molido han sido algunas de las transformaciones que han llevado a cabo en favor de la sostenibilidad del planeta.

Con estos pequeños gestos han conseguido dejar de consumir 7.200 manteles de papel y casi 140 kilogramos de plástico al año. Además, después de varias formaciones y charlas sobre reciclaje, en la oficina nadie se equivoca de contenedor.

"Estamos tan concienciados que a nadie se le ocurre echar envases de plástico en el contenedor de orgánica", reconoce Bárbara Algaba, del equipo de marketing, que asegura que se ayudan unos a otros para hacerlo bien. "Estás en el departamento y de repente viene alguien y pregunta: '¿Os acordáis dónde se tiraba esto?'", asegura.

Repartidos por toda la oficina hay módulos de reciclaje con papeleras azules, amarillas y marrones para papel y cartón; envases de plástico, latas y bricks y materia orgánica respectivamente.

Ahora nadie duda de que las servilletas sucias van a la orgánica o que los bolis nunca deben tirarse en el contenedor amarillo. Y si todavía queda alguna duda, siempre pueden acudir al asistente inteligente de reciclaje Air-e.

Han sustituido las botellas de plástico por otras de metal

"Ser la mejor empresa para el mundo"

Andrea González lleva un año en el departamento de comunicación de la empresa y todavía sigue asombrada: "He estado trabajando en empresas en las que se tiraba todo en cualquier contenedor. Cuando llegué aquí y vi que todo el mundo reciclaba me pareció maravilloso", admite.

Para González, la concienciación e implicación en el trabajo es esencial: "es donde más tiempo pasas en tu día a día". Además, lo ideal es "extrapolarlo al resto de tu vida". Efecto mariposa, lo llama Teresa Cortez, Brand Manager de Yves Rocher: "Así no solo impactas a tus compañeros, también lo extiendes a tu familia y amigos", asegura.

Y eso es justamente lo que lleva años haciendo González, por ejemplo con las pajitas. Ella siempre ha insistido para que nadie de su entorno las use: "Son pequeños cambios, pero ahora ya no las utilizan", confirma orgullosa.

Además de los logros a nivel de equipo, también han conseguido pequeños hitos a nivel personal. Cortez confiesa que en su casa ha sustituido las botellas de plástico por las de cristal y que siempre lleva una pequeña en el bolso.

Han cambiado las cápsulas por café molido en la oficina

"El compromiso de todos los empleados es enorme", explica Cortez e insiste en que es el compromiso de todo el grupo. "Está en nuestro ADN", avala Sophie Sanz, Directora de Operaciones.

En esta sucursal intentan mejorar cada día con las palabras de su CEO Bris Rocher muy presentes: "En el mundo actual, el objetivo no es ser la mejor empresa del mundo, sino ser la mejor empresa para el mundo". Por eso, la cantidad de iniciativas que llevan a cabo aumenta constantemente.

El año pasado durante la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente toda la empresa salió a limpiar la 'basuraleza' de un parque cercano. "Después hicimos un picnic con productos ecológicos de una empresa que trabaja con personas en riesgo de exclusión social", explica Gaetane Meheut, Responsable del área de RSC. "Queremos que todo tenga sentido, intentamos cerrar el círculo", asegura.

Yves Rocher es una de las más de 12.400 empresas que se esfuerzan por concienciar a sus equipos en el cuidado del medio ambiente y separan sus residuos para permitir que tengan una nueva vida. Pequeños gestos que hacen que el futuro sea más sostenible.