Según la sentencia, el joven hizo este montaje en marzo de 2017 con el único objetivo de compartir una broma con sus amigos, puesto que la cuenta tenía 600 seguidores pero estaba cerrada al resto de usuarios, aunque alguien hizo una captura de los 'memes' y se la hizo llegar a varios miembros de la hermandad, incluido el presidente, que fue quien interpuso la demanda por la que se pedía para el joven una multa de 2.400 euros.

Sin embargo, la sentencia, contra la que cabe recurso, ha dictado la libre absolución del joven por entender que la intencionalidad del acusado no iba más allá de "una burla burda e innecesaria" pero en la que no puede apreciarse "en ningún caso" una voluntad por parte del autor de ofender a los sentimientos religiosos.

El joven ha explicado que en ningún momento tuvo la intención de ofender a nadie y por eso, además, no compartió los 'memes' a través de una cuenta pública sino de una privada en la que solo se encontraban amigos y conocidos.

"Sigue siendo triste que en España haya que defenderse en un juzgado de acusaciones de este tipo por el mero hecho de hacer humor. Yo en este caso usé una imagen de Cristo, como podía haber utilizado a cualquier otro personaje de la vida pública", apunta el joven que prefiere mantener el anonimato.