La gran sonrisa de los migrantes a bordo del Open Arms refleja la alegría que sentían tras conocer que la Fiscalía italiana había ordenado el desembarco inmediato en Lampedusa de los migrantes del Open Arms.

En el barco, la situación ya era insostenible con peleas, ataques de pánico e incluso intentos de suicido. "No están contentos porque lleguen a tierra, sino porque cayó Salvini", ha afirmado Oscar Camps. Este mismo martes, 15 migrantes se lanzaron al agua ante la desesperación.

La decisión la ha tomado el fiscal italiano de Agrigento, que investiga posible secuestro de personas, tras subir al barco con varios médicos y comprobar el estado de los rescatados y la desesperada situación a bordo.

Mientras, el buque de la Armada española prosigue su viaje. Se calcula que el Audaz tardará tres días en llegar a Lampedusa. Después, el plan es dirigirse hasta el Puerto de Palma, en Mallorca, escoltando al Open Arms.