Tras el estreno de la serie de Netflix 'El Cuerpo en Llamas' sobre el sonado caso de la Guardia Urbana, a finales del año pasado, Rosa Peral, la protagonista del caso, ha vuelto a acaparar el foco mediático. Ahora salta la noticia de que se habría trasladado a la presa una nueva prisión, pero todo apunta a que es un bulo. Este no sería el primer traslado de prisión de Peral, pero en esta ocasión los medios han hecho eco de una noticia que especula que el motivo de su traslado sería por un posible embarazo.

Según informa el programa de radio 'Que no surti d'aquí', de Catalunya Ràdio, Rosa Peral habría sido trasladada a la prisión de Wad-Ras, para dar a luz a su supuesto hijo, tal y como les han trasladado diferentes fuentes. Por ahora, Rosa Peral no se ha pronunciado sobre estas informaciones pero su abogada ha negado los rumores en redes sociales.

Concretamente, la abogada de Peral, Núria González López aseguró este lunes de manera contundente que se trataba de un bulo. "Es increíble que a estas horas aún haya medios de comunicación haciendo correr el bulo del supuesto traslado y embarazo". Además, califica de "penoso" que "periodistas de medios "serios" me pregunten por si una clienta mía está embarazada" y que "se entretengan el publicar el rumor recurrente".

Nueva investigación por presunta ocultación de bienes

Esta noticia salta semanas después de que se abra una nueva investigación a Rosa Peral, y a su padre por presunta ocultación de bienes, después de transferirle la casa y el coche a su progenitor poco antes de ser condenada por el asesinato de su pareja, según ha podido saber Europa Press. La jueza ha citado a padre e hija a declarar este 24 de enero porque Peral supuestamente habría cedido su casa a su padre pocos días antes de que el Tribunal Supremo la condenara en firme a 25 años de cárcel por el asesinato de su pareja, un agente de la Guardia Urbana.

Se ha aceptado la querella presentada por los familiares de la víctima al considerar que puede haber indicios de delito de alzamiento de bienes, "al haber donado a su padre la casa de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) de la que era propietaria para así no tener que indemnizar a los familiares de la víctima".

La sentencia que condenó a Peral y a su amante, Albert López, también agente de la Guardia Urbana, por el asesinato, a 25 y 20 años, respectivamente, fijó que ambos debían pagar conjuntamente 885.000 euros a los familiares de la víctima, y que, en caso de no tener el dinero, les embargarían sus propiedades. La condenada citó a un notario en prisión y trasfirió su casa y su coche a su progenitor, por lo que pasó a ser "insolvente" y se libró de abonar la indemnización.