Benigno González recuerda con claridad las primeras llamas que vio aparecer al otro lado de los montes. "Llamé al delegado territorial y le dije que si no mandaban más medios, eso ya no lo paraba ya nadie", afirma el alcalde de Navalacruz.

El incendiodel año pasado llegó a escasos seis kilómetros de este pueblo abulense: estuvo 12 días ardiendo sin control y más de 22.000 hectáreas fueron pasto de las llamas. De esas 22.000 hectáreas calcinadas, 2.700 pertenecían a superficie arbolada. "Nadie pensaba que iba a producirse el incendio que ha llegado a generar", reflexiona el primer edil.

Pero lo que más preocupa a municipios como Navalacruz no es tanto lo que ya sea ha quemado, sino lo que se puede llegar a quemar. Por eso, los desbroces son absolutamente necesarios para evitar que la maleza se convierta en combustible vegetal.

En este sentido, Diana Colomina, coordinadora de Bosques de WWF España, explica que "los incendios forestales son el síntoma de una enfermedad muchísimo más grave, que es el abandono del medio rural".

Navalacruz ha perdido a tres de cada cuatro habitantes que tenía hace 70 años por el éxodo rural. Con menos población y más envejecida, cada vez menos gente se hace cargo del campo. El resultado, apunta Colomina, "son bosques de una sola especie, regulares, que tienen unas densidades excesivas y que al final son un polvorín".

En España, precisamente las seis provincias que más población han perdido en el último medio siglo coinciden con aquellas donde más hectáreas se han quemado por los incendios. "Hay incendios que pueden apagarse 20 años antes de que se produzcan", señala no obstante la representante de WWF, que apunta para evitarlos a la "inversión en desarrollo rural, en prevención social en las zonas donde se producen más incendios" y "educación ambiental".

A corto plazo, lo único que pide Benigno son más medios para cuidar su campo. El alcalde de Navalacruz cita un popular refrán español: "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar". "Aquí puede pasar en cualquier momento lo mismo", advierte. "El problema es de dónde sacamos nosotros dinero para arreglar eso", agrega.